O fotógrafo e grande amigo de Gabriel Garcia Márquez Rodrigo Moya resolveu abrir a boca depois de 30 anos e contar sua versão sobre o incidente em que o também grande escritor Mario Vargas Llosa acertou um direto no colombiano, levando-o ao nocaute.
A foto que ilustra a postagem também é de Moya, que a apresentou pela primeira vez agora, quando da comemoração dos 80 anos de Gabo. Foi tirada em 14 de fevereiro de 1976, dois dias após a agressão.
Tudo teria acontecido assim. Os dois casais moravam
En una exhibición privada de cine, García Márquez se encontró poco antes del inicio del filme con el escritor peruano. Se dirigió a él con los brazos abierto para el abrazo. ¡Mario...! Fue lo único que alcanzó a decir al saludarlo, porque Vargas Llosa lo recibió con un golpe seco que lo tiró sobre la alfombra con el rostro bañado en sangre. Con una fuerte hemorragia, el ojo cerrado y en estado de shock, Mercedes y amigos del Gabo lo condujeron a su casa en el Pedregal. Se trataba de evitar cualquier escándalo, y el internamiento hospitalario no habría pasado desapercibido. Mercedes me describió el tratamiento de bisteces sobre el ojo, que le había aplicado toda la noche a su vapuleado esposo para absorber la hemorragia.